La doceava edición del belén de Renuncio muestra un diseño diferente al de años anteriores. En los 50 metros cuadrados que ocupa, el visitante nada más llegar se encuentra con la cueva de la natividad. Realizada íntegramente con corteza y corcho, este año luce más bonita que ningún otro año, al ser más grande y alta que en pasadas ocasiones. Inspirada en una típica cueva mediterránea, cuenta con un pajar, un par de casas realizadas dentro de la cueva y múltiples detalles, destacando el nuevo misterio.
18/12/2012
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